No sabemos hasta qué punto nuestro destino depende del camino que tomamos. Queremos creer que las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida influyen de alguna medida en el lugar al que llegaremos.
Si sabemos cuál queremos que sea nuestro destino, podemos tomar las decisiones que parezcan que nos acercan más a ese lugar, pero...
...y si no sabemos a dónde queremos llegar?
...y si no sabemos cuál queremos que sea nuestro destino?
...y si no sabemos qué resultado esperar de las decisiones qué tomamos?
Entonces, como le dijo el gato a Alicia, si no importa donde queremos llegar, "no importa el camino a elegir"
Pues esa es mi nueva actitud.
No debemos pararnos por no saber a donde queremos llegar, debemos seguir dando pasos si queremos llegar a algún sitio, donde sea. Si nos paramos por no saber a dónde queremos llegar, nunca llegaremos a ningún sitio.
Así que... A CAMINAR!!!
Me ha encantado esta reflexión. Gracias! :)
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